Lo maravilloso de aprender algo, es que nadie puede arrebatárnoslo (B. B. King)
¡Cómo alegran los niños
cada rincón de la casa!
Son prolongación y vida,
iluminan las mañanas.
Son perfume de cerezos
el calor de sus miradas,
el sabor de su ternura
inundan de amor el alma.
Sus cabellos despeinados,
sus alborotos y risas,
las caricias de sus manos
son destellos de la vida.
Nunca saldrá de sus labios
la mentira o el engaño,
nos alegran la existencia
¡y alargan nuestros años!
¡Qué lindo es verlos crecer
con salud y con sonrisas!
Ellos son nuestro futuro,
la razón de nuestras vidas.
La inocencia de sus almas
imagina mil historias,
cuando se inventan los juegos,
que los llevan a la gloria.
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